El día de ayer, Filomena ya avisó con sus primeros efectos, la borrasca ha causado verdaderos estragos en buena parte del territorio nacional. El más castigado ha sido el centro peninsular, que ha sufrido durante toda la jornada copiosas nevadas que han dificultado enormemente los desplazamientos en coche, no solo en las carreteras, sino también en el interior de las ciudades.
El gestor aeroportuario Aena ha decidido paralizar los despegues y aterrizajes en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas debido a las malas condiciones de las pistas y de visibilidad, y después de que se comenzara a aplicar el procedimiento de desvío de vuelos.
Según han explicado fuentes del gestor aeroportuario, se va a seguir trabajando en la limpieza de las pistas del aeropuerto, afectadas por las intensas nevadas del temporal, para volver a operar en cuanto mejoren las condiciones meteorológicas.
En nivel rojo por las fuertes nevadas
El Ayuntamiento de Madrid ha extremado las medidas para garantizar la seguridad de los ciudadanos y, entre ellas, ha anunciado la obligatoriedad de utilizar cadenas. Además, la M-30 y la M-40 han tenido que ser cortadas al tráfico en algunos puntos por el peligro que entrañaba la circulación.
A media tarde, la acumulación de nieve ha obligado a cerrar la M-40 a la altura de Las Tablas hacia la M-607, después de que decenas de coches se vieran atrapados en esa vía. De hecho, el escaso agarre del firme ha provocado que algunos de ellos quedaran atravesados, lo que ha causado el colapso de la carretera.
Poco después, las adversas condiciones meteorológicas han llevado a las autoridades a cortar la M-30 entre el nudo Norte y el nudo de Manoteras en ambos sentidos y el acceso desde esta vía a la A-3. Misma suerte han corrido los túneles urbanos, que han quedado inutilizados, en una ciudad cubierta por la nieve y con espesores cada vez mayores.
