La nueva Selectividad viene con menos exámenes, un ejercicio de madurez del alumno y pruebas homologables en todas las autonomías.
La evaluación para el acceso a la Universidad, conocida como EVAU o EBAU, según la Comunidad. Dará un giro importante a partir de dentro de dos cursos.
Serán menos las pruebas -al menos, en la fase de admisión o voluntaria. La que se realiza para subir nota, a las que tendrán que enfrentarse los estudiantes. Que además deberán pasar un ejercicio «de madurez». En el que el alumnado tendrá analizar textos, imágenes, infografías y audiovisuales sobre un mismo asunto para poder responder a diversos tipos de preguntas que muestren si ha entendido el texto y puede «interrelacionar toda esa documentación».
Así se explica en un texto que el Ministerio de Educación va a presentar hoy a las Comunidades Autónomas y a las Universidades. En el que se especifica que este nuevo modelo comenzará a aplicarse de forma gradual dentro de dos cursos. En primavera de 2024, y a partir del periodo 2026/2027 estará plenamente en vigor con cambios en las ponderaciones de las materias.
¿Qué se valorará entre 2024 y 2027?
La Selectividad pasará de realizar ejercicios de las tres materias comunes obligatorias (Lengua, Historia e Idioma Extranjero) a solo dos. Historia de España e Historia de la Filosofía. Después, se mantendrá otra prueba de la materia obligatoria. Según la rama escogida por el alumno (Artes, Ciencia, Humanidades o modalidad general). Y, por último, ese nuevo control de madurez, con varias variables sobre un mismo tema que el alumno deberá relacionar entre sí. Cada una de estas pruebas valdrá un 25% para la nota de acceso.
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Posteriormente, el estudiante podrá presentarse como hasta ahora a una fase de admisión, voluntaria. Para poder optar a un 14 como nota final, en la que podrá escoger entre las materias de modalidad o comunes de 2º de Bachillerato. En la actualidad, en esta fase ‘para subir nota’ se podían escoger hasta 4 asignaturas.
La prueba, a partir de 2027
Desde ese año, en las pruebas que tengan que pasar los estudiantes de 2º de Bachillerato. La fase obligatoria pasará a componerse de solo dos ejercicios: la prueba de madurez, esa especie de comentario de texto 3.0. Que tendrá el mayor peso de toda la Selectividad, un 75%, y el examen de una materia, que variará en función de la modalidad que se curse. Es decir, desaparecen los ejercicios asociados directamente a las materias comunes -ahora mismo, Lengua, Idioma Extranjero e Historia-.
Lo que se mantendrá igual es la fase de admisión, con la posibilidad de optar por dos asignaturas. Que llevan una ponderación distinta en función del grado universitario en el que se quiera entrar.
17 exámenes distintos, pero «homologables»
La calificación global que conformará la nota para acceder a la Universidad no cambia en ningún caso. Se obtendrá a través de una media en la que el expediente del alumno en Bachillerato se valorará con un 60%. Mientras esta prueba que ahora cambia contará el 40% restante.
Según el Ministerio de Educación, las pruebas se van a ir adaptando para que el alumnado se acostumbre a los nuevos currículos que entran en funcionamiento a partir del próximo curso y con los que se desarrolla la nueva ley educativa. Pero también para dar tiempo al profesorado para preparar las nuevas pruebas. Que deberán adaptarse a la enseñanza «y a la nueva evaluación de modo competencial».
Educación no contempla en ningún momento hacer una sola prueba que se realice en todas las Comunidades. Que tienen transferidas las competencias, a pesar de que muchas voces en el sector lo pedían así para evitar diferencias entre exámenes en las distintas autonomías.
Sin embargo, el Ministerio sí contempla «una mayor homologación y equilibrio» entre las pruebas plateadas para asegurar, reza el texto del Gobierno. Que sean «efectivamente equiparables». Para lograr este objetivo, enviarán unas guías de corrección que recogerán las respuestas correctas a preguntas cerradas y los criterios para las cuestiones abiertas. Entre los que se encontrarán ideas, expresiones y estructura que deberían aparecer en los textos del alumnado.
El nuevo modelo se presenta hoy a las autonomías y las universidades. Y el Ministerio permitirá introducir cambios, ya que pretende poner en marcha grupos de trabajo con representantes de todas las administraciones educativas para hacer aportaciones al este plan.
Mientras tanto, la Selectividad el próximo curso 2022/2023 se mantendrá como hasta ahora, caracterizada por unos exámenes más flexibles. Que se introdujeron con la irrupción del coronavirus para que los estudiantes pudieran elegir entre más preguntas en cada uno de los ejercicios para eludir los contenidos que no se hubieran podido ver en clase por motivo de confinamientos o dificultades asociadas a la pandemia.
Con información de 20 minutos
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