El contagio del nuevo coronavirus desde los murciélagos a los humanos a través de otros animales es la causa más probable de la pandemia, según el borrador de un estudio conjunto de la OMS y China sobre el origen del COVID-19 al que tuvo acceso The Associated Press. El documento consideraba “extremadamente improbable” que el origen fuera una fuga de laboratorio.
Los hallazgos entraban dentro de lo esperado y dejaban muchas preguntas sin resolver. Los autores proponían nuevas investigaciones en todos los campos salvo en la hipótesis de una fuga de laboratorio.
Había una gran expectación en torno al reporte, ya que descubrir el origen del virus podría ayudar a los científicos a impedir pandemias futuras, pero también resulta muy sensible porque China responde con agresividad a cualquier sugerencia de que tiene la culpa de la actual. Las reiteradas demoras en la publicación del informe habían sembrado la duda de si el lado chino trataba de influir en las conclusiones.
“Tenemos preocupaciones reales sobre la metodología y el proceso en ese reporte, incluido el hecho de que al parecer, el gobierno de Beijing ayudó a escribirlo”, dijo en una entrevista reciente a CNN el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken.
China rechazó el lunes esas críticas
“Estados Unidos ha estado hablando del reporte. ¿Está intentando Estados Unidos ejercer presión sobre los miembros del grupo de expertos de la OMS?”, preguntó Zhao Lijian, portavoz del Ministerio chino de Exteriores.
El reporte se basa principalmente en una visita del equipo de expertos internacionales de la OMS a Wuhan, la ciudad china donde se detectó por primera vez el COVID-19. La visita se hizo entre mediados de enero y mediados de febrero.
Los investigadores enumeraron cuatro posibles escenarios en orden de probabilidad. Concluyeron que el contagio a través de un segundo animal era probable o muy probable. Consideraron probable el contagio directo de murciélagos a humanos y señalaron que la expansión a través de la cadena de frío de alimentos era posible, pero no probable.
El pariente más cercano al virus que provoca el COVID-19 se ha encontrado en murciélagos, que se sabe son portadores de distintos coronavirus. Sin embargo, el reporte señaló que “se estima que la distancia evolutiva entre los virus de murciélagos y el SARS-CoV-2 es de varias décadas, lo que sugiere un eslabón perdido”.
Se han encontrado otros virus muy similares en pangolines, pero también los visones y gatos son susceptibles al COVID, lo que sugiere que podrían ser portadores.
AP recibió el lunes un borrador, proporcionado por un diplomático destinado en Ginebra de un país miembro de la OMS. No estaba claro si el texto aún podría cambiar antes de su publicación, aunque la fuente dijo que era la versión definitiva. Un segundo diplomático confirmó haber recibido el informe. Ambos declinaron ser identificados porque no estaban autorizados a difundir el documento antes de su publicación.
La OMS no respondió en un primer momento a correos electrónicos y llamadas telefónicas pidiendo comentarios.
Peter Ben Embarek, experto de la OMS que lideró la misión en Wuhan, dijo el viernes que el reporte se había terminado y se estaba revisando y traduciendo.
“Espero que en los próximos días se complete todo el proceso y podamos hacerlo público”, dijo.
El borrador no llega a una conclusión sobre si el brote comenzó en el mercado de pescado de Wuhan donde se identificó uno de los primeros focos de infección en diciembre de 2019.
El descubrimiento de otros casos anteriores al mercado de Huanan sugiere que podría haber comenzado en otro lugar. Pero el reporte señala que podrían haberse producido casos leves que no fueron detectados, y podría haber una conexión entre el mercado y los casos iniciales confirmados.
“Por tanto, en este momento no puede alcanzarse una conclusión firme sobre el papel del mercado de Huanan en el origen del brote, ni en cómo se introdujo la infección en el mercado”.
El lugar fue uno de los primeros puntos sospechosos porque varios puestos vendían animales, y algunos se preguntaban si esos animales pudieron llevar el virus hasta Wuhan. El informe señaló que en el mercado se vendían distintos productos animales, desde ratas del bambú a ciervos, a menudo congelados, así como cocodrilos vivos.
Conforme la pandemia se expandía por el planeta, China encontró muestras del virus en envoltorios de alimentos congelados llegados desde el extranjero, y en ocasiones conectó esas muestras con brotes localizados.
El reporte señaló que la cadena del frío puede ser un vehículo en la propagación de virus a larga distancia, pero mostró escepticismo sobre que ese pudiera ser el origen del brote. El riesgo, señaló el documento, es menor al del contagio entre humanos por vías respiratorias. La mayoría de los expertos están de acuerdo.
“Aunque hay algunas pruebas de posible reintroducción del SARS-CoV-2 por el manejo de productos congelados contaminados importados a China desde la primera ola de la pandemia, esto habría sido extraordinario en 2019, cuando el virus no circulaba ampliamente”, señaló el estudio.
El reporte citaba varios motivos que prácticamente descartaban la posibilidad de que el virus hubiera escapado de un laboratorio en Wuhan, una teoría especulativa sugerida y fomentada por personas como el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Estos accidentes de laboratorio son poco habituales y los laboratorios en Wuhan que trabajan con coronavirus y vacunas están bien gestionados, indicó el informe. También señaló que no hay registros de virus con parentesco cercano con el SARS-CoV-2 en ningún laboratorio antes de diciembre de 2019, y que el riesgo de cultivar el virus de forma accidental era extremadamente bajo.