A lo grande. Como corresponde a su categoría. Así fue el inicio, en el Wizink Center madrileño, de la gira ‘Raphael 6.0’ con la que el artista celebra sus seis décadas en la profesión. Porque para eso es grande/grande, cual demostró con una voz que no ha perdido ni un ápice de potencia y calidad interpretando un total de 35 canciones a lo largo de las dos horas y cuarto que duró su conciertazo. Con ello estremeció las fibras sensibles de los asistentes que a lo largo del recital corearon casi todas. El artista, con 77 años ya, entregado y arropado con una excepcional orquesta de cerca de 20 miembros, volvió a demostrar su catadura de sublime sin interrupción. Grande entre los grandes.
Otro genio diferente, aunque maldito, el poeta Charles Baudelaire, exigía a los que querían ser calificados como tales que lo fuesen sin interrupción. Y de los poquísimos artistas que lo cumple es el de Linares, que jamás ha defraudado en su profesionalidad y entrega en directo, no lo iba a hacer en «suç»Madrid, donde reside desde los pocos meses de nacer, y de donde, sin renunciar a la localidad jienense se considera, como expresó el año pasado en la entrega de los Premios Madridiario.
Claro que la ecuación es fácil: cójanse 15 extraordinarios músicos, añádesele un trío en el coro, arréglense sus temas de siempre con formas nuevas y más modernas con mucha percusión y metal. Agítese todo y…con el inigualable reactivo de la voz y forma de cantar y vivir las canciones de Raphael, el éxito está asegurado. Como este sábado en el primero de los conciertos, con cartel de no hay billetes -como el de este domingo-, en el Wizink Center -el antiguo Palacio de Deportes de Madrid-, eso sí adecuado a la perfección en cuanto a medidas de seguridad por la pandemia -con más de 300 trabajadores que pasaron por la mañana la PCR- y conm una organización sin tacha.
La expectación era tanta que la mayoría de los 5.000 asistentes ya ocupaban sus asientos media hora antes. Y, ojo, no se piensen que todos eran viejunos de edad avanzada como la de este Raphael en plena forma, porque como afortunado responsable con sus canciones de la banda sonora de tres generaciones, en la cita ‘raphaelista’ había gente de todas las edades, incluyendo jóvenes, mayormente chicas. Todos coincidieron en corear muchos de los temas mientras el artista sonreía satisfecho.
