Muchos pensaron que Ronald Koeman era un tonto, por recoger el cáliz envenenado que hay que beber al convertirse en entrenador del FC Barcelona.
Como tercer táctico de los catalanes en siete meses, se unió a un súper club en decadencia recién salido de una temporada sin trofeos en 2019/2020 y una paliza 8-2 a manos del eventual campeón de la Liga de Campeones, el Bayern de Múnich en Lisboa.
Con problemas de liquidez e incapaz de hacer fichajes clave, aparte del compatriota Sergino Dest, en parte estadounidense y en parte holandés, Koeman dejó un cómodo papel con la selección holandesa que acababa de llevar a la clasificación para la Eurocopa para enfrentarse a Mission Impossible.
Al ayudar a despejar el equipo y alejar a Luis Suárez e Ivan Rakitic con duras conversaciones, Koeman se ganó elogios por su enfoque serio después de que se sintió que las grandes estrellas podían hacer lo que quisieran con sus predecesores Ernesto Valverde y Quique Setien.
Consiguiendo retener a Lionel Messi, quien decidió no llevar a su club de la infancia a las canchas para forzar una salida, Koeman luego cambió la formación del equipo a un 4-2-3-1.
Disfrutando de una fuerte pretemporada, el Blagurana derrotó a sus dos primeros rivales de La Liga (Villarreal y Celta Vigo) por un marcador global de 7-0 mientras lucía fuerte.
Entonces la podredumbre se deslizó.
Con una sólida derrota por 1-3 en casa ante el Real Madrid en El Clásico y 1-0 a domicilio en Getafe, siguió una racha de cuatro partidos sin una victoria a nivel nacional: grietas disimuladas solo por el máximo de puntos en la Liga de Campeones como paso a las fases eliminatorias. garantizado.
En el período previo a la Navidad, sin embargo, caer ante el recién ascendido Cádiz y ser humillado 0-3 por la Juventus en el Camp Nou generó nuevas preocupaciones, ya que el Barça se desplomó más abajo en la tabla y más lejos de las garras del título de LaLiga. no se ha levantado desde 2019.
Estos se centraron principalmente en afirmaciones de que Koeman está fuera de su alcance y no puede hacer ajustes importantes durante los partidos, ya sean tácticos o de personal, cuando los blaugrana han desperdiciado una ventaja y / o se han quedado atrás.
Pero después de vengarse del Athletic de Bilbao el domingo, cada vez está más claro que Koeman quizás merece más elogios por el difícil trabajo que está haciendo.
Por supuesto, el Barça perdió la final de la Supercopa ante dicho equipo vasco hace solo tres semanas, y en la forma típica de colapso, al tomar la delantera dos veces solo para quedar 3-2 en la prórroga.
Sin embargo, en Cataluña ayer por la noche, el triunfo por 2-1 prolongó una racha invicta de 10 partidos en La Liga que elevó el orgullo y la alegría de la comunidad autónoma al segundo lugar en la máxima categoría nacional.
Saltando al Real Madrid, el FCB aún podría estar a 13 puntos del líder, el Atlético de Madrid, si gana el partido que tiene en la mano, por lo que la corona nacional queda fuera de su alcance. Pero todavía existe la posibilidad de reclamar cubiertos en otros lugares.
Koeman no es de los que dan falsas esperanzas, ha intentado dirigir la atención hacia la marcha de su plantilla en la Copa del Rey -en la que el miércoles disputan los cuartos de final y ya han sido eliminados ambos equipos de la capital peninsular- como avenida que tiene un poner fin a una sequía trofeo de dos años en su conclusión.
A fin de cuentas, terminar subcampeón en La Liga mientras se asegura la Copa del Rey aún sería un buen trabajo hecho por la leyenda del Dream Team.
Incapaz de recurrir a los servicios de los lesionados Gerard Piqué, Ansu Fati, Philippe Coutinho o Sergi Roberto, sin nuevos fichajes durante el mercado de fichajes de enero, Koeman ha hecho lo mejor que ha podido con lo que tiene a su disposición.
Al convertir al defensa central Oscar Mingueza, quien brindó la asistencia para el gol de Antoine Griezmann en el minuto 74 la última vez, en un lateral, Koeman también está extrayendo la mejor forma del francés y su compañero de equipo Les Bleus Ousmane Dembele, además de Frenkie de Jong en una posición más avanzada.
Ronald Araujo y Pedri también han sido revelaciones como jóvenes talentos en sus primeras campañas, al mismo tiempo que Lionel Messi vuelve a disfrutar de su fútbol en medio de filtraciones de los detalles de su contrato a los medios.
Cuánto tiempo dura este impulso es una duda que ha planteado MARCA. Sin embargo, no todo es pesimismo como algunos quieren hacerles creer, y se debe dar crédito a quien se lo merece.