Rusia negó hoy las acusaciones de EEUU y de Ucrania de que planea un ataque contra el país vecino a principios del año próximo; al tiempo que acusó a Occidente de aumentar la tensión con el suministro de armas al Gobierno ucraniano mientras este buscaría resolver el conflicto en el Donbás «por la fuerza».
«Más de una vez hemos dicho a diversos niveles que Rusia no planea atacar a nadie, que Rusia no madura ningún plan agresivo, y es totalmente incorrecto afirmar lo contrario»; dijo hoy el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Las declaraciones del portavoz se producen cuando EEUU; la OTAN, la Unión Europea y Kiev denuncian la concentración de soldados y equipamiento militar en la frontera de Rusia con Ucrania en lo que Washington ve una posible preparación para un ataque contra el país vecino.
¿Ataque a principios de 2022?
El jefe de la agencia de inteligencia militar de Ucrania, Kyrylo Budánov; dijo al medio «Military Times» que Rusia tiene más de 92.000 soldados en la frontera con el país vecino y prepara un ataque para «finales de enero o comienzos de febrero».
Ya en la primavera pasada Rusia concentró tropas en la frontera con Ucrania, desatando la alarma de Occidente; pero la diferencia ahora es que el Kremlin no explica este movimiento con una excusa como la hubo entonces; que fueron ejercicios militares para hacer frente a las actividades militares de la OTAN y de EEUU.
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Al igual que entonces, Rusia argumenta que puede desplazar a sus soldados adónde y cómo le conviene.
Es «totalmente incorrecto» asociar con planes agresivos cualquier desplazamiento de las Fuerzas Armadas de Rusia dentro del territorio del país; recalcó hoy Peskov, quien también ha acusado a EEUU de avivar artificialmente la «histeria» sobre una posible preparación de un ataque contra Ucrania.
«Quienes llevaron a sus Fuerzas Armadas al extranjero nos acusan de alguna actividad militar inusual en nuestro territorio», dijo. «Esto no es del todo lógico ni del todo decente», añadió.
Intenciones poco claras
El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, admitió que Washington «no tiene claridad sobre las intenciones de Moscú, pero conoce sus jugadas»; por lo que el temor es que Rusia «pueda cometer el grave error de intentar repetir el escenario de 2014 cuando acumuló fuerzas en la frontera; cruzó al territorio soberano de Ucrania y lo hizo alegando falsamente que fue provocado».
Rusia siempre ha negado que forme parte del conflicto en el Donbás entre los separatistas prorrusos y el Ejército ucraniano. El ministro de Defensa de Ucrania, Oleksiy Reznikov; también ha afirmado que no estaba claro si el presidente ruso, Vladímir Putin, ha decidido atacar al país.
Putin pudo haber dejado entrever una posible razón de la concentración de tropas el pasado jueves cuando dibujó un continente en el que Rusia es asediada por la OTAN; especialmente en su flanco occidental, en referencia al mar Negro, Ucrania, Bielorrusia y los países bálticos.
El líder ruso denunció que Occidente no se toma en serio las «líneas rojas» de Rusia, y sostuvo que ante ello las advertencias de Moscú han surtido «cierto efecto y «tensión».
«Es necesario mantener ese estado (de tensión) el mayor tiempo posible para que no se les pase por la cabeza montarnos un conflicto innecesario en nuestras fronteras occidentales»; señaló, a la vez que pidió garantías de seguridad a Occidente para evitar que se produzcan conflictos innecesarios.
Cambiar el discurso
Mientras la presión internacional sobre el Kremlin crece, Moscú intenta dar la vuelta al discurso de Ucrania y Occidente.
«Estamos profundamente preocupados por las acciones provocativas de las Fuerzas Armadas ucranianas en la línea de separación de fuerzas y por los preparativos de una posible solución militar al problema del Donbás«, dijo hoy Peskov.
A Ucrania, señaló, «llegan consejeros militares y sistemas de armamentos no solo desde EEUU; sino también de otros países de la OTAN». «Todo esto conduce al aumento de la tensión», advirtió.
Kiev admitió en octubre haber usado un dron turco Bayraktar en el Donbás; lo que provocó que Moscú llamara a Ankara para que se tome en serio la preocupación rusa por «la militarización» de Ucrania gracias al suministro de armamento turco y occidental.
A juicio del Kremlin, Kiev trata de lograr su supuesto objetivo militar en el Donbás «muy probablemente bajo la cobertura de los ejercicios de la OTAN en el mar Negro; la presencia de barcos de los aliados y soldados estadounidenses y británicos en la región».
Ucrania ha calificado la versión rusa de desinformación. «Ucrania no planifica una operación ofensiva en el Donbás. Expresamos nuestro apego a la búsqueda de una solución político-diplomática del conflicto»; señaló el jefe de la diplomacia ucraniana, Dmitro Kuleba.
Con información de 20 minutos
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