De forma privada y de forma pública, el Gobierno ha cerrado filas en torno al vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, el día en que el juez del ‘caso Dina’ ha solicitado al Tribunal Supremo que le investigue por «fingir» con fines electorales. Días después de que la Audiencia Nacional le devolviese la condición de perjudicado en el caso, el juez García-Castellón ha elevado su escrito al Supremo, provocando un terremoto político. Mientras los partidos de la derecha han exigido el cese de Iglesias, los ministros del Gobierno le han trasladado su apoyo.
Después de que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, haya mostrado públicamente el apoyo del Ejecutivo a Pablo Iglesias, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez ha llamado por teléfono al vicepresidente segundo, y le ha asegurado que no está preocupado por la petición del juez del ‘caso Dina’.
En una conversación informal con periodistas, antes de viajar a Argelia, Sánchez ha confirmado que ha hablado con Iglesias, aunque ha rehusado revelar detalles, más allá de haberle trasladado su apoyo y haber subrayado su respeto por las decisiones judiciales.
También se ha pronunciado al respecto la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, que en los pasillos del Senado ha ratificado que Iglesias «sabe que tiene todo nuestro apoyo». Montero también ha declinado responder a la petición de cese impulsada por el PP, y se ha limitado a insistir en que Moncloa «respeta a la justicia».
Este miércoles, el juez Manuel García Castellón ha elevado una petición al Tribunal Supremo para que investigue a Iglesias en el ‘caso Dina’ por varios delitos: descubrimiento y revelación de secretos, con agravante de género, daños informáticos y acusación o denuncia falsa y/o simulación delito.
Antes de que el ‘ala socialista’ del Ejecutivo se pronunciase, los ministros de Unidas Podemos habían salido en defensa de Iglesias. La primera, la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, que se ha mostrado «muy confiada» en la inocencia de Iglesias, por lo que ha considerado que no existe «ninguna causa» por la que deba dimitir, pese a la petición formulada por un juez de la Audiencia Nacional.
La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha respondido este miércoles a las críticas del PP por su silencio ante el ‘caso Dina’, señalando que las querellas que se presentan contra Iglesias acaban «archivadas», mientras que las interpuestas contra los ‘populares’ acaban con «militantes en la cárcel».
En la misma línea, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha afirmado que «hacer frente a las fuerzas reaccionarias, las mismas que protegen y blindan a corruptos, espías y recortadores de lo público, nunca ha sido fácil».
«Van a por ti porque encabezas un proyecto de regeneración y modernización del país. Mucha fuerza, Pablo. No estás solo», ha escrito Garzón junto a una fotografía en la que aparece abrazado al líder de Podemos.
