El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha abierto el curso político con un llamamiento a la unidad y al entendimiento a la oposición, que ha respondido con desconfianza o con condiciones para el diálogo y la negociación del proyecto inmediato más importante, los presupuestos de 2021.
A pocos días de iniciar con el líder del PP, Pablo Casado, una ronda de contactos con las fuerzas políticas, Sánchez ha empezado esta semana clave con una conferencia a la que han asistido los responsables de las principales empresas cotizadas del país.
Y ante ellos ha prometido una legislatura «dilatada y estable» y ha pedido el concurso de todos para abordar la reconstrucción.
Acompañado de casi todo el Gobierno, menos los ministros de Cultura y Universidades, Sánchez ha pedido «desterrar la lucha partidista» en este momento para dar la batalla al coronavirus y buscar la recuperación económica.
«Lo tenemos todo para salir adelante; si España quiere, España puede, pero tenemos que querer muchos», ha dicho y, aunque no ha citado la negociación más importante que le espera, la de los presupuestos, ha advertido que «cuanto mayor sea la base parlamentaria» para alcanzar acuerdos, «más rápida será la recuperación».
Sánchez ha augurado además que el Plan Nacional de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que ultima su Ejecutivo, llevará a la economía española a volver a crecer y hacerlo por encima del 2 por ciento, aunque no ha especificado cuándo llegarán esos datos positivos.
Ha sido un discurso sin anuncios y con el reclamo de la unidad y el entendimiento como ejes el que Sánchez ha dado este mediodía, en una jornada en la que han vuelto a reunirse tras las vacaciones las direcciones de los principales partidos, incluida su ejecutiva del PSOE, ante la que ha expuesto los mismos mensajes.
Mientras, en el PP, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, se estrenaba como nuevo portavoz nacional del partido y lo ha hecho para responder al jefe del Ejecutivo. «España puede; la pregunta es si Pedro Sánchez puede», porque ha sido «incapaz» de aprobar un presupuesto en dos años y medio, ha dicho.
Almeida, que ha insistido en que el PP no puede pactar los presupuestos con Podemos, ha ahondado en las desavenencias internas en el Ejecutivo y le ha pedido a Sánchez que aplique a sus socios de coalición la petición de «no enfrentar a una España con la otra».
«Si entre ellos no son capaces de arrimar el hombro, no nos pueden pedir a los demás que arrimemos el hombro», ha añadido.
El miércoles Sánchez se verá con el líder de los populares, Pablo Casado, y por la tarde lo hará con la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, quien este mediodía ha confirmado su disposición a negociar los presupuestos, aunque no quiere abordar otras discusiones, como la renovación del CGPJ. Se negará, ha advertido, a hablar del «reparto de los jueces».
En Ciudadanos serán «constructivos» pero «muy exigentes» con la negociación presupuestaria, ha dicho Arrimadas, quien ha aprovechado la ocasión para hacer un nuevo reproche al socio de Gobierno de Sánchez, Podemos, al lamentar que el partido de Iglesias prefiera negociar con Bildu o Esquerra.
Sánchez ya ha dejado clara su intención de negociar con Cs a pesar de las reticencias de Iglesias y de Podemos, que insiste en apostar por que se repita la mayoría de la investidura, y de buscar el apoyo de Esquerra.