El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comparecía este miércoles en el Congreso para informar del actual estado de la gestión de la pandemia en nuestro país, así como del Plan de Recuperación que se ha puesto en marcha para luchar contra la crisis económica que ha dejado el coronavirus.
Pero Sánchez hizo un anuncio con cifras que resonó en la cámara y que en seguida fue lo más comentado en debates, medios de comunicación y redes sociales: prometió crear 850.000 puestos de trabajo en 3 años.
Eso sin especificar que, en tal caso, sería más bien recuperar empleos, ya que se estima que la crisis de la pandemia ha destruido 360.000 en 2020. Por otra parte, hay cerca de 900.000 personas en procesos de ERTE, cuyos trabajos peligran una vez que finalicen estos medios de protección del Estado.
Estos empleos que quiere que se creen el Gobierno dependen totalmente de los famosos fondos europeos de reconstrucción, unas ayudas que aún están en discusión y no entregados, e inmersos en una fuerte polémica por la forma en que el Ejecutivo quiere repartirlos y administrarlos, comunidades autónomas mediante.
Sánchez insistió en que este año 2021 será «el año de la recuperación económica» y de «la recuperación emocional». «Es un horizonte cierto. El motor tiene un nombre: Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia», sostuvo.
También prometió una «inyección adicional» de 11.000 millones para empresas y autónomos y protección a los más vulnerables.
