El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha iniciado este miércoles la ronda de contactos con las formaciones políticas para abordar la reconstrucción socioeconómica ante las consecuencias derivadas de la pandemia de coronavirus.
La primera cita ha tenido lugar desde las 10h con el líder de la oposición en la Moncloa. Como estaba previsto, el líder de la oposición confirmó que no estaba dispuesto a negociar los Presupuestos Generales del Estado. El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ya advirtió un día antes de que no aceptaría presiones de nadie -en alusión a las reiteradas peticiones de unidad que realizó Sánchez ante los empresarios- y que sólo negociaría las cuentas públicas si el PSOE rompía su alianza de gobierno con Podemos.
Un veto a la formación morada que también esgrimió Casado como requisito para la renovación de los órganos constitucionales como el CGPJ, el Defensor del Pueblo, RTVE o el Tribunal Constitucional que en algunos casos cuentan con miembros que deberían haber sido sustituidos hace años. Casado argumentó que no podría pactar con el Gobierno mientras estuviera en él Podemos por rechazar la monarquía, criticar resoluciones judiciales o estar imputado como persona jurídica por malversación tras una denuncia de un ex abogado que acusa al partido de financiación irregular.
No obstante, tras la reunión de dos horas, Casado sí avanzó a la prensa que había llegado a un principio de acuerdo con el Gobierno para trabajar en la creación de una Agencia para la Recuperación Económica y para avanzar hacia un Pacto de Estado en materia de Sanidad.
Sobre el primer asunto, Casado aseguró que Pedro Sánchez le aseguró que lo estudiará, pero que se mostró receptivo al ofrecimiento del PP de garantizar sus votos a una tramitación parlamentaria por el procedimiento de urgencia para reformar la ley.