El tenista suizo Roger Federer dice adiós entre lágrimas jugando junto a Nadal. Federer jugó el último partido de su carrera profesional formando pareja con el español Rafa Nadal en el dobles de la Copa Laver. Y se quedó con sabor agridulce, porque la pareja europea cayó en el match tie-break ante los estadounidenses Sock y Tiafoe.
El partido era lo de menos en un torneo que tiene más de exhibición que otra cosa, y de hecho, nada más acabar el encuentro, nadie en el O2 Arena de Londres. La ciudad fetiche de Federer, estaba pensando en el triunfo. Sino en el agradecimiento eterno a los 24 años del mejor tenis del mundo, que salió de la raqueta de un tipo de Basilea, Suiza.
Quiso jugar el último partido de su carrera junto al que fue su gran rival, Rafa Nadal. Ninguno de los dos han sido especialistas en dobles. Tampoco Francis Tiafoe, el prometedor estadounidense que aguó la fiesta suiza. El único especialista en parejas era Jack Sock, y lo demostró en algunos tramos del partido.
En el primer set, la igualdad fue máxima hasta que la pareja europea. Que sumaba 77 años de edad (por 53 de sus rivales) rompió el servicio en el juego decisivo, con 4-4 en el marcador.
En el segundo set, las dos parejas se pusieron serias, con roturas de servicio por parte de los dos equipos. Hasta que se llegó a un tie-break en el que los estadounidenses se llevaron el gato al agua.
En este torneo, los partidos se deciden en el tercer set con lo que se llama match tie-break, es decir un tie-break de 10 puntos. De nuevo la igualdad fue la tónica en este desempate. Tuvo Federer un match point con su saque. Pero los americanos ganaron dos puntos seguidos y se llevaron la victoria, estropeando (aunque solo un poco) la fiesta del suizo y poniendo el 2-2 en el torneo. Tras las victorias anteriores de los europeos Ruud y Tsitsipas y la del australiano De Miñaur ante otro veterano, Andy Murray.
«Ha sido fantástico»
La emoción se desbordó con el final. Federer rompió a llorar, al igual que Nadal y varios de los miembros del equipo Europa. «Tenía miedo de lesionarme, pero he podido estar agusto. Estar junto a Rafa y los demás miembros del equipo ha sido fantástico». Expresó al término del partido y micrófono en mano, agradeciendo a familia, amigos y aficionados el apoyo mostrado durante su carrera.
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«Ha sido maravilloso. Estoy feliz, no triste. He disfrutado de ponerme mis zapatillas una última vez… He tenido a mis amigos, a mi familia, a compañeros… Estoy contento de haber jugado el partido», entonó. «Nunca hubiera esperado todo esto. Yo solo quería jugar al tenis y este viaje lo haría de nuevo. Mi final ha sido como lo deseaba», afirmó rotundo, antes de romper nuevamente a llorar.
Mención especial hizo a su familia y, en concreto, a su mujer Mirka con la que se fundió en un abrazo al término del homenaje: «Ella ha sido mi principal apoyo todo este tiempo, ha sido la que me ha motivado para llegar hasta aquí».
Ovacionado. Así se fue la leyenda.
Con información de 20 minutos
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