Distintas personas han tratado de cambiar el color de sus ojos por años y ahora existe una técnica que vuelve este cambio algo permanente.
Esta técnica quirúrgica se llama queratopigmentación o tatuaje ocular que incluye la introducción de un tinte especial en la córnea del ojo.
La técnica que permite el cambio permanente del color de ojos
El tatuaje ocular es una técnica nueva, las clínicas oftalmológicas practican esta operación desde hace más de una década con fines terapéuticos, para mejorar la apariencia estética de los pacientes con ojos patológicos. Aunque es cierto, que se ha popularizado en los últimos años.
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La queratopigmentación es una técnica de micropigmentación que implica «la aplicación de pigmento en la córnea y la esclerótica del ojo.
¿Cómo se realiza esta técnica?
Según el centro oftalmológico Daniel Perera, esta se realiza mediante un dispositivo manual que utiliza agujas muy finas se inyecta el pigmento en la capa superior de la córnea»
Asimismo, explicaron: “se utiliza principalmente para corregir una amplia variedad de problemas funcionales de la córnea, incluyendo: apariencia ocular anormal debido a lesiones o enfermedades”
Se tiene que destacar que no todas las personas son candidatas adecuadas. Es importante que un oftalmólogo o un especialista en cirugía ocular determine si la queratopigmentación es adecuada para el paciente.
Si el pigmento se aplica incorrectamente o si el color no es el adecuado, puede provocar manchas o decoloraciones en la córnea o la esclerótica.
Si este proceso no es realizado correctamente: ¿Cuáles son las consecuencias?
- Infecciones oculares: hay que inyectar tinta en la córnea del ojo, lo que aumenta el riesgo de infecciones oculares. Si se usa equipo no estéril o si el procedimiento se realiza en un ambiente no sanitario, las posibilidades de infección son aún mayores.
- Pérdida de sensibilidad ocular: con este procedimiento se puede dañar los nervios de la córnea, lo que puede provocar una pérdida de sensibilidad ocular. Esto puede hacer que sea difícil detectar lesiones oculares, lo que aumenta el riesgo de daño permanente.
- Cambios en la visión: esta técnica puede alterar la estructura de la córnea, lo que puede provocar cambios en la visión. Esto puede incluir visión borrosa, halos alrededor de las luces, y dificultad para distinguir los colores. Si no se hace correctamente, también puede afectar la capacidad del ojo para enfocar la luz correctamente.
- Riesgos durante la operación: se trata de un procedimiento invasivo, si no se hace bien, puede haber un riesgo de perforación de la córnea, lo que puede provocar daños irreparables.
- Resultados no deseados: el color puede no ser el esperado o puede haber una falta de uniformidad en el color. Además, el color puede desvanecerse con el tiempo, lo que requiere procedimientos adicionales.
- Cicatrización anormal: si la cicatrización no es adecuada, puede provocar cicatrices que afecten la apariencia del ojo. En algunos casos, la cicatrización anormal también puede afectar la visión.
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