La noche de ayer lunes 2 de noviembre varios hombres armados abrieron fuego en seis lugares del centro de Viena (Austria), dejando a varias personas heridas y al menos cuatro muertos.
Las autoridades calificaron el ataque como un acto terrorista que aún sigue en curso e instaron a la ciudadanía a no salir a la calle.
Los primeros informes sobre el ataque aparecieron alrededor de las 20:00 (hora local), cuando testigos informaron sobre un tiroteo en la plaza Schwedenplatz, en un área donde se encuentran una sinagoga y un centro comunitario judío.
Posteriormente, la Policía anunció que los terroristas han atacado simultáneamente seis puntos en el centro de Viena. Según el alcalde de la ciudad, Michael Ludwig, los autores del ataque abrieron fuego en la calle Seitenstettengasse, tras lo cual comenzaron a desplazarse hacia el centro de la ciudad, disparando en su camino a transeúntes y clientes de bares y restaurantes.
El ministro del Interior de Austria, Karl Nehammer, confirmó que se trata de un ataque terrorista llevado a cabo por varias personas, debido al cual se mantiene un gran despliegue policial en el centro de la capital austriaca.
El ministro adelantó que la situación en Viena sigue siendo extremadamente difícil y pidió a toda la ciudadanía permanecer en sus domicilios y evitar el centro de la capital. Las escuelas de la ciudad estarán cerradas el martes.
Por su parte, el canciller de Austria, Sebastian Kurz, tachó el ataque de «acto terrorista repulsivo» y aseguró que la Policía tomará «medidas decisivas» contra sus responsables. En este sentido, anunció que el Gobierno federal ha decidido que el Ejército se haga cargo de la seguridad en Viena para que la Policía pueda «concentrarse plenamente en la lucha contra el terrorismo».
La Policía capitalina pidió a los ciudadanos que no publiquen videos y fotos de los hechos en las redes sociales, sino que los envíen a las fuerzas del orden.