El canciller de La República Bolivariana de Venezuela, Jorge Arreaza, rechazó el informe realizado por una Misión Internacional Independiente de las Naciones Unidas (ONU), por considerar que está «plagado de falsedades» y no posee «rigor metodológico alguno».
Según Arreaza, la comisión que redactó el documento «a distancia» está controlada por «gobiernos subordinados a Washington» que, a su juicio, ejercen la «práctica perversa de hacer política con los Derechos Humanos (DDHH)» para agredir a Caracas.
El canciller reiteró que la cooperación de Venezuela con el Consejo de DDHH de la ONU -que ha sido renovada recientemente- se genera «de manera coordinada y constructiva» con la Oficina de la Alta Comisionada, Michelle Bachelet.
«Los avances han sido notorios y así lo ha reconocido la señora Bachelet al anunciar la renovación de nuestra relación», puntualizó el jefe de la política exterior venezolana, quien resaltó que su país desconoce, desde diciembre del año pasado, la actuación de cualquier otro mecanismo «politizado e inquisidor» que haya sido creado «con fines ideológicos por países con pésimos récords en DDHH».
Arreaza dijo a RT que el «origen» de este informe es una «maniobra del Grupo de Lima» y recordó el trabajo conjunto que lleva a cabo el país con la Oficina de la Alta Comisionada de los Derechos Humanos que «ha funcionado muy bien».