El volcán Fagradalsfjall en Islandia, ha vuelto a activarse poco más de un año después y, de nuevo. Ofrece imágenes «tan espectaculares visualmente como peligrosas», como afirman testigos de la zona, que se gestan desde las entrañas de la naturaleza. Precisamente, la belleza de estos paisajes ha provocado la acudida en masa de visitantes expectantes; entre ellos, al menos dos han resultado heridos.
La incidencia tuvo lugar el pasado miércoles cuando una aglomeración humana intentaba atisbar la cortina de lava y cenizas que salía propulsada del cráter del Fagradalsfjall, a unos 40 kilómetros de la capital de Islandia, Reykjavik. Según comunicaba la televisión pública islandesa RÚV, una de las afectadas tuvo que ser evacuada en helicóptero al lesionarse un pie.
Se estima que más de un millar de personas fue avanzando hacia el lugar en las primeras horas de la erupción; casualmente, se trata de la misma zona en la que se detectó la fisura volcánica el año pasado.
La fila de ciudadanos formada ha sorprendido a María José T. M., una madrileña que eligió Islandia como destino vacacional este verano. «Parece una romería», así lo ha explicado a 20minutos. Según su relato, la zona más cercana al cráter en la que puede dejarse el coche «se asemeja al aparcamiento de un parque de atracciones en estos días». Sin embargo, ella prefirió mantener la precaución y evitó aproximarse al punto concreto donde la lava entra en contacto con la tierra, en un acontecimiento «tan espectacular visualmente como peligroso».
Volcán con un sendero peligroso para aficionados
Otro grupo de españoles hizo hincapié en la dureza y dificultad para acceder a las inmediaciones del volcán, al asegurar que se tarda aproximadamente dos horas y media en llegar, a través de una caminata recomendada únicamente para expertos senderistas.
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No obstante, ni los impedimentos de la travesía fueron óbice para los desplazados más curiosos. «Había gente por todos lados», señala María José, quien critica abiertamente que se considere una atracción turística, una erupción que puede causar daños tan perniciosos. «La gente se ponía a hacer fotos por todos lados, mientras nos saltaban mensajes automáticos en el móvil del 112 islandés, llamando a la precaución: ‘Cuidado con el volcán, hay gases tóxicos'», advertía. Además, «el camino estaba atestado a partes iguales de turistas y locales, es un ir y venir constante. Aunque los islandeses se adentran más de noche porque conocen la zona mejor y quieren verlo cuando se pone el sol», cuenta.
Mensaje que reciben los turistas en sus móviles en las inmediaciones del volcán de IslandiaM. T.
Peligrosidad y condiciones meteorológicas
A la peligrosidad de la situación se unen las condiciones meteorológicas, muy distintas a las que se viven en España, en plena tercera ola de calor. «El viento en la zona es helador y hay gente que a mitad de camino ha decidido no seguir«, comparte. Aquellos que sí llegaron hasta el final de la andada le confesaron que habían podido ver una erupción «tipo sopa», y que resultaba «impresionante». En cualquier caso, María José aconseja tener cuidado y detenerse en el «espectacular» paisaje del páramo, donde puede contemplarse la colada que dejó el volcán que erupcionó el año pasado.
Con información de 20Minutos.es
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