La presidenta de la Asamblea de Madrid, María Eugenia Carballedo, no será reprobada por la mayoría del Pleno, Vox; el partido en el que necesariamente debería apoyarse la bancada de la izquierda para lograr la desaprobación política de la también diputada del PP -si finalmente el PSOE la promueve-; se descarta como comodín de un movimiento táctico que; aunque recibiera luz verde, no implicaría necesariamente su cese.
«Nosotros sólo queremos que se respete la libertad de expresión de los diputados»; argumentan desde la formación de Rocío Monasterio; que el jueves sí se alineó con el resto de los partidos de la oposición para abandonar en bloque el hemiciclo de Vallecas en señal de protesta por la expulsión de una parlamentaria socialista.
«Lo que sí esperamos es que nos conteste al escrito, que aún no lo ha hecho»; añaden en alusión a la petición de aclaración sobre «cuáles son los límites de la libertad de expresión» en la Cámara regional; «si se puede hablar de un proveedor que es familiar de un diputado, sí o no».
El desencadenante de esta polémica fue la afirmación de la diputación socialista Carmen López en el Pleno del jueves de que el hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; «se dedica a ir por los hospitales a sugerir a qué empresa hay que contratar». Acto seguido, Carballedo la interrumpió, le instó a que retirara sus «muy graves» palabras y; ante la negativa de la aludida, la acabó expulsando en aplicación del artículo 26 del Reglamento de la Asamblea; que establece que sus miembros están «obligados» a «respetar la disciplina, el orden y la cortesía parlamentaria».
«DOBLE RASERO»
El nuevo líder del PSOE-M, Juan Lobato; ha insistido este viernes en exigir a la presidenta de la Asamblea que rectifique respecto a la expulsión de la parlamentaria de su partido y que, si no lo hace, que dimita; algo que la aludida ha descartado. Por ello, el lunes se pondrá en contacto con Más Madrid; Unidas Podemos y Vox para ofrecerles la presentación conjunta de la moción de reprobación que el Grupo Socialista ya tiene preparada.
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Lobato entiende que la presidenta de la Asamblea aplicó «un doble rasero clarísimo» en unos «hechos bastante lamentables». «Tomó una decisión muy grave y atacó a la libertad parlamentaria»; añadió en la rueda de prensa de presentación del XIV Congreso del PSOE de Madrid. Por eso y desde el jueves, una vez que ella se negó a rectificar; los socialistas exigen su dimisión.
La propuesta de reprobación, aunque no tendrá efectos políticos prácticos, supondría, de ser aprobada, una condena de la propia Cámara a la actuación de la presidenta por su supuesta «falta de imparcialidad» cuando salió en defensa de Ayuso. En la Asamblea no precisan si podría debatirse en el Pleno de la próxima semana o si se trasladaría ya al mes de diciembre.
EL «PRECIO» DE AYUSO
Por su parte, la presidenta de la Comunidad de Madrid ha señalado que las acusaciones vertidas sobre su familiar son el «precio» que tiene que pagar por «estar arriba en unas encuestas» y por estar gobernando, informa Europa Press. «Creo que se lo harían a cualquiera viendo, a la desesperada; cómo se está comportando la izquierda en Madrid, que ya perdió en las urnas; ya perdió en la calle y ahora ha perdido el juicio», ha subrayado.
Más Madrid, a su vez, registró este viernes una petición para que Tomás Díaz Ayuso comparezca en la Comisión de Sanidad de la Asamblea para que explique la «adjudicación a dedo»; por parte de la Consejería del ramo de un contrato de 150.000 euros a una empresa vinculada con la sociedad para la que trabaja el hermano de la dirigente popular.
Con información de El Mundo
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