La Guardia Nacional se despliega en el Capitolio para velar por la seguridad en la ceremonia de jura del cargo de Joe Biden el próximo miércoles. Ha pasado poco más de una semana del asalto al Capitolio. Cientos de personas entraron en el edificio y los congresistas tuvieron que huir a gatas y con máscaras de gas. Unos sucesos que ya le han costado a Trump convertirse en el primer presidente en ser reprobado dos veces «por incitar la insurrección».
En su contundente intervención de apertura del debate, la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, subrayó que Trump «debe irse». «Sabemos que el presidente de Estados Unidos incitó esta insurrección, esta rebelión armada contra nuestro país común. Debe irse. Es un peligro claro y presente para la nación que todos amamos», sostuvo Pelosi en el pleno de la Cámara.
Por su parte, la mayoría de la bancada de legisladores republicanos se opuso a la medida bajo el argumento de que el juicio político contra Trump solo contribuye a avivar las llamas de la «división» en los difíciles momentos que atraviesa el país.»Este no es el camino si queremos recuperar la unidad. Es momento de buscar la curación. Paremos este juicio político», replicó Jeff van Drew, legislador republicano por Nueva Jersey.
Aun así una decena de legisladores republicanos aprobó la medida en la Cámara de Representantes que ahora debería ser ratificada por dos tercios de los representantes del Senado.
Los plazos impiden destituir a Trump antes del 20 de enero, fecha en la que Biden tomará posesión como presidente de Estados Unidos, pero sí permitirían inhabilitarle para ejercer cargos públicos y presentarse a la reelección en 2024.