El Estadio Olímpico de Kiev fue el escenario de la última grada de Zinedine Zidane como entrenador del Real Madrid antes de dimitir de forma espectacular en mayo de 2018 y el estadio podría significar el inicio del fin de su segundo mandato tras la derrota del martes ante el Shakhtar Donetsk.
La derrota por 2-0 dejó al Madrid potencialmente mirando una salida de la fase de grupos de la Liga de Campeones por primera vez, pero incluso si logra vencer al Borussia Moenchengladbach la próxima semana y progresar, podría no ser suficiente para salvar a Zidane.
Zidane conmocionó al mundo del fútbol al dejar el cargo de entrenador del Madrid después de ganar una tercera corona consecutiva de la Liga de Campeones al vencer al Liverpool en la capital ucraniana en 2018. Sin embargo, insistió en que esta vez no había posibilidad de que tirara la toalla.
Pero según los medios españoles, el presidente del Madrid Florentino Pérez puede tomar la decisión por él.
«Zidane corre grave peligro», dijo el diario El Mundo.
«La derrota fue tan condenatoria que fue difícil contar el número de responsables. Zidane tiene la tarea de arreglar las cosas con urgencia, pero es posible que el entrenador ni siquiera llegue al último partido de la fase de grupos. Ahora mismo, su presencia ante el Gladbach está en peligro».
El diario El País agregó: «Con tan poco, un Shakhtar ordinario salió temblando de Madrid».
Esta fue la quinta derrota del Madrid en 11 partidos y, si bien podría señalar las ausencias de jugadores clave como el capitán Sergio Ramos, el lateral derecho Dani Carvajal y el fichaje récord Eden Hazard, sus problemas son profundos.
Raphael Varane, cuatro veces campeón de la Liga de Campeones y campeón de la Copa del Mundo, volvió a perder la concentración en un momento crucial para permitir que Dentinho anotara el gol inicial y sin Ramos a su lado parece cada vez más vulnerable.
Quizás lo más preocupante es la incapacidad del Madrid para crear peligro.
Karim Benzema es su única amenaza real y acaba de regresar de tres semanas de baja, mientras que Marco Asensio no es el mismo jugador desde que se perdió la mayor parte de la última campaña por una grave lesión de rodilla.
El poder de Zidane como motivador y solucionador de problemas también parece estar menguando, como lo demuestra el aletargado desempeño del Madrid en la segunda mitad.
El francés ha ganado tres Ligas de Campeones y dos títulos de La Liga en aproximadamente cuatro años como entrenador en dos períodos, pero su récord contará de poco si no puede cambiar las cosas en un trío implacable de próximos partidos.
El Madrid visita a un Sevilla en forma el sábado en busca de una primera victoria de liga en cuatro partidos, antes del partido decisivo del miércoles en casa ante el Gladbach con su inmaculado récord de la Liga de Campeones en juego. Luego se enfrenta al Atlético de Madrid.
Lee También: Zidane promete quedarse en el Real Madrid tras la derrota del Shakhtar: ‘no renunciaré’
